El insomnio es claramente una disfunción de nuestra sociedad que cada vez afecta a más personas. Una noche en vela la hemos pasado casi todos, pero cuando este trastorno perdura, se convierte en crónico, lo que incide clara y negativamente en todos los aspectos de nuestra vida, desde el familiar al laboral, pasando por el social. Los que no lo han padecido nunca no saben hasta qué punto nuestro organismo se resiente por falta de un sueño reparador y el aspecto de la incomprensión de los que nos rodean es un elemento más en contra del que la padece.

Asociada muchas veces a dolores que se agudizan por las noches o a inflamaciones, el caso es que no podemos dormir. Así, nuestras energía se ven alteradas, se sienten minadas o agredidas y, al igual que el dolor, es un claro síntoma de que algo va mal. Por tanto debemos actuar.

Pero, ¿qué hacer al respecto?. Los facultativos, a menudo nos recetan relajantes musculares o medicinas (que son drogas químicas,¡no lo olvidemos!) que nos aturden, nos atontan y a la larga notamos que "no somos nosotros". Los demás, a menudo nos lo notan cuando hablamos, pues estas drogas ralentizan nuestras palabras. Y por si fuera poco, a veces, crean dependencia. Drogas, drogas y drogas.

Pero la solución nos la da la propia Naturaleza en forma de unos animales que son energía pura y que llevan siglos a nuestro lado: las abejas. Actualmente la apiterapia se perfila como un potente aliado del hombre en trastornos como dolores, inflamación, trastornos circulatorios y un largo etcétera. La apiterapia consiste en la utilización de los productos de la colmena con fines terapéuticos, incluyendo, cómo no, el propio veneno de la abeja que es el más reactivo. En ocasiones, los pacientes de apiterapia dicen haberlo probado todo, pero en el caso del insomnio, sus beneficios se notan en pocas sesiones. Los rasgos faciales aparecen más distendidos, el humor mejora… y volvemos a sonreir, recuperando así un humor que estaba perdido. Y es que un sueño reparador, es una gran medicina, y la abeja un magnífico vehículo para conseguirlo.

Respecto al dolor, no es tanto como se cree a priori, o al menos eso refieren la mayoría de los pacientes, y si treinta segundos de dolor no compensan el dormir de maravilla, es que nunca has padecido insomnio, con lo cual te he de felicitar.

Finalmente, quisiera referir que el veneno de las abejas ha sido clínicamente analizado y actualmente se le atribuyen poderosas y muy favorables acciones sobre el cuerpo humano, por tanto cuenta con una base científica más que fiable. Por eso cada vez lo utilizan más los médicos de todo el Mundo.