La próxima vez que veas una colmena no te alejes, ¡mete la mano! O al menos es en lo que consiste la Apiterapia, un tratamiento alternativa basado en el veneno de la abeja, que se inyecta en la piel a través de inyecciones o de abejas vivas. La cantidad y la zona dependen de la enfermedad que se padezca. Este tratamiento se utiliza en enfermos de fatiga crónica, psoriasis, artritis reumatoide, problemas circulatorios o esclerosis múltiple. 
¿Lo peor del tratamiento? El dolor, ya que la molestia de cada punción dura alrededor de cuatro minutos, y cada tres días habría que experimentar entre 20 y 30 picaduras o inyecciones. Y encima a la segunda semana el cuerpo deja de reaccionar al veneno y entra en la llamada 'crisis de alivio', con síntomas como reacción alérgica, manchas en la piel y hormigueo en las manos.