El tratamiento con veneno de abejas para combatir la artritis ha empezado a dar resultados positivos en Costa Rica, donde una mujer ha mejorado el movimiento de las manos gracias a esa sustancia, informó hoy una fuente científica.

La estatal Universidad Nacional (UNA) indicó en un comunicado que la mujer, identificada sólo como Ana Cecilia, ha recibido durante un año el tratamiento, conocido como "Apiterapia", y recuperó buena parte de la movilidad de las manos.

El médico Arnoldo Vargas es el encargado de aplicar el tratamiento con abejas en su consultorio privado con la colaboración del Centro de Investigaciones Avícolas Tropicales de la UNA (CINAT-UNA), centro que le proporciona los insectos.

El problema de Ana Cecilia, quien ha sido sometida a piquetes de abeja en los brazos durante un año, no es el dolor producido por la enfermedad, sino las lesiones que ha sufrido en las articulaciones, comentó Vargas, de acuerdo con la nota.

Según el médico, la paciente, quien padece "artritis reumatoide", ha mejorado su calidad de vida al presentar "notorias" mejorías en las articulaciones de las manos que le han permitido realizar casi con normalidad sus labores diarias, entre ellas las domésticas.

La "artritis reumatoide" es una enfermedad crónica que origina dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de función en las articulaciones.

La "Apiterapia" consiste en aplicar el piquete de la abeja como si se tratara de una vacuna.

Primero se esteriliza la piel, después se toma la abeja con una pinza y se acerca al área indicada para que inserte su aguijón, el cual quedará adherido a la piel unos 20 minutos, explicó Vargas.

El tratamiento comienza con una dosis de dos piquetes de abeja por semana, durante el primer mes, para luego ir incrementando la dosis a tres piquetes semanales en el segundo mes, cuatro en el tercero y así sucesivamente.

La principal propiedad medicinal del veneno de la abeja, que produce efectos analgésicos y regenerativos en enzimas humanas, es el efecto relajante que brinda al sistema nervioso central que incide en la recuperación de la movilidad de las articulaciones.


El médico resaltó que antes de aplicar la "Apiterapia" es necesario realizar pruebas para determinar la tolerancia del paciente a la toxina, y aclaró que hay restricciones para los cardiópatas, diabéticos y embarazadas.

Aclaró que la "Apiterapia" no es un sustituto del tratamiento médico particular, y se cree que combate otras enfermedades del sistema nervioso central como la "esclerosis múltiple".

Este tratamiento realiza apenas sus primeros pasos en Costa Rica, donde otras dos mujeres se someten a él, y quienes por el poco tiempo que llevan aplicándolo (menos de seis meses) aún no han obtenido resultados, según la fuente. ACAN-EFE