Nos referimos al dolor lumbar como "lumbago" o "lumbalgia", pero el mejor término es el de "síndrome de dolor lumbar", pueden ser múltiples sus causas que lo origina. El dolor lumbar puede ser "intrínseco" a la columna lumbar, el que se origina en las estructuras que forman la columna lumbar y lumbosacra, o "extrínseco", el que se origina en estructuras fuera de ellas, como enfermedad ginecológica, renal, sacroilíaca o cuadros psicosomáticos. Para su manejo con apiterapia es indispensable un muy buen conocimiento de la anatomía y fisiología de la región. Cuando se acompaña de dolor irradiado al territorio del nervio ciático hablamos de "lumbo-ciática" o "síndrome lumbo-ciático" que tiene una connotación distinta al lumbago puro. (1)
El dolor lumbar se presenta habitualmente desde la segunda década de la vida hasta la senectud, con diferentes formas y diferentes causas. Esto hace que se postule una infinidad de etiologías para explicar la causa del lumbago, dando cada especialista un énfasis diferente a estas diversas causas.
Este cuadro constituye un problema social y económico para las personas , los países e instituciones de salud, ya que es una de las causas que mayor ausentismo laboral produce, afectando en especial a hombres y mujeres en plena producción laboral y económica. Entre los 18 y 45 años de edad, un 80% de la población ha presentado, al menos, una crisis de dolor lumbar, que la ha obligado a consultar al médico (2).
CLASIFICACION
Los lumbagos se pueden clasificar de variadas maneras, atendiendo a algún aspecto relevante de su clínica, la más común es según la característica del dolor:     
 a. Lumbago agudo: Es un dolor lumbar, de aparición brusca e intensa. En general, en relación a un esfuerzo importante, se acompaña de contractura muscular paravertebral y rigidez vertebral. Provoca incapacidad parcial o total, no hay compromiso neurológico y se recupera en la gran mayoría de los casos en menos de 15 días, con o sin tratamiento médico.
Puede repetirse varias veces con las mismas características, dejando lapsos sin dolor, conformando una variante denominada "lumbago agudo recidivante".
Otra forma del lumbago agudo es el hiperagudo, que se inicia bruscamente, con gran intensidad del dolor, provoca incapacidad absoluta y obliga muchas veces a hospitalizar a los enfermos en forma urgente y tratarlos con medidas muy agresivas: opiáceos, infiltraciones, anestesia peridural, analgésicos endovenosos continuos, etc.
  b. Lumbago crónico: Se caracteriza por dolor en la región lumbar, que puede o no irradiarse al dorso y a los glúteos. Es de comienzo insidioso, muchas veces sin causa conocida. Se asocia a vicios posturales, exceso de peso, alteraciones de la columna, alteraciones psíquicas, laborales, familiares, patologías asociadas, infecciosas, del mesénquima, metabólico, tumoral, etc.
En muchos de estos casos es necesario un enfoque terapéutico multidisciplinario que comprende médicos traumatólogos, reumatólogos, neurólogos, psiquiatras, asistente social, terapeuta ocupacional, psicólogo, kinesiólogo, fisiatra, etc.(2)
Como se menciono anteriormente, el lumbago es una enfermedad muy común en las personas adultas y es originada por diferentes causas, personalmente me he visto presa de esta enfermedad antes de ser apicultor y apiterapeuta. Mi experiencia fue dolorosa, dado que se produce una contractura muscular importante, lo que causa invalidez temporal, ya que, se debe hacer reposo en cama, como mínimo por 3 días, si el caso es severo. Es esta severidad del dolor la que determina los días de reposo que uno debe tener para sobrellevar la enfermedad (medida terapéutica).
Además del reposo el doctor me recetó analgésicos y anti-inflamatorios vía oral y pomada local aplicada con suaves masajes en la zona afectada. Después de cumplir el reposo y tomar los medicamentos, volví a retomar mis actividades normales, pero después de un par de meses volví a presentar lumbago por sobrecarga laboral. Sanar me tomó más de 10 días la segunda vez.
lumbago1.jpgCuando comencé en la apicultura, durante mi primera cosecha de miel me tocó cargar alzas con marcos llenos de miel, que pesaban más de 30 kilos cada unas. Obviamente fui presa del lumbago agudo. Caí de rodillas al suelo por un dolor agudo en la espalda y cada vez que trataba de mover el dolor era espantoso. Nunca he sufrido algo parecido, como pude me saqué el overol de trabajo,  me tardé una eternidad, y me clavé cinco abejas vivas en la zona afectada. Al cabo de unos minutos pude pararme, ya que, el dolor pasó y la movilidad regresó.
Al otro día me volví a clavar cinco abejas más y al cabo de tres días ya estaba sano, esta experiencia me ha llevado y motivado a estudiar más sobre los beneficio de tratamiento de abejas vivas para curar dolencia que provoca el lumbago.
Como apiterapeuta he  tratado a muchas personas por lumbago y dependiendo de cada cuerpo, unos sanan más rápido que otros. He observado, al igual que en mi experiencia personal, que al ser tratado con el veneno (apitoxina) de abejas vivas el paciente sale del estado de invalidez más rápido que ser curado con medicina tradicional. Por ejemplo, en el caso de algunos pacientes con lumbagos crónicos y agudos que se encuentran inmovilizados a causa del dolor, después de ser picado ya pueden mover su cuerpo sin temor a sentir el dolor agudo que se sobreviene cada vez que se camina o mueve el cuerpo para realizar una actividad física. Además una persona trata con la apiterapia no presenta episodios de lumbago tan frecuentes como una que es tratada  con medicina  tradicional.
lumbago-copia-1.jpgPara concluir, la literatura habla de que Carlo Magno e Iván el Terrible sufrían de enfermedad a las articulaciones y fueron curados con veneno de abejas. El veneno de abejas y su empleo por medio de picaduras es conocido antes de nuestra era por Hipócrates y Celse, y más tarde (siglo I de nuestra era) por Galeno. Fue el médico francés Demarti el primero que lo empleó en Europa en 1858.
En 1864 le siguió M. Lokumski de Petrogrado, cuyo compatriota I.B. Lubarski escribía en 1879 el trabajo "El veneno de abejas - un remedio". Por su parte el médico y apicultor Dr. Filip Terc, de origen checo, se dedicó en Maribor (Yugoslavia) al tratamiento de los enfermos de reumatismo por medio de picaduras de abejas. Publicó sus resultados en 1888 en una revista de Viena, Austria, y después de esta comunicación toda Europa Central comenzó a interesarse por la apiterapia.
El médico ruso Orlov trató en 1969, en el congreso de Bucarest sobre  el veneno de las abejas y su incidencia sobre el sistema nervioso central. Según rezan algunas leyendas muchos casos de peste y cólera fueron curados con picaduras de abeja. Lo que es cierto, es que en la actualidad se ha comprobado su eficacia en casos de bronquitis, bocio exoftálmico y oftalmía.
Actualmente, la apiterapia en una ciencia, por lo que su aplicación sin los conocimientos adecuados puede poner en riesgo la salud o incluso poner en riesgo la vida del paciente, dado que cierto porcentaje de la población es altamente alérgica a la apitoxina, pudiendo producirse un shock anafiláctico mortal. Esta terapia con abejas vivas debe practicarse sólo por personal calificado.